
La Generalitat ha aprobado un nuevo marco normativo que regula la venta de proximidad de productos primarios y agroalimentarios, que va a permitir que agricultores y ganaderos comercialicen sus productos directamente al consumidor final, y potenciar y mejorar la economía de las pequeñas explotaciones agrarias de la Comunitat Valenciana.
La venta de proximidad consiste en la comercialización directa del productor primario (agricultores y ganaderos) y pequeños elaboradores agroalimentarios al consumidor final, o mediante canales cortos de venta (establecimientos minoristas y restauración colectiva). El Consell cree que este tipo de venta “beneficia a productores y consumidores, al reducir el proceso de traslado e intermediación de los productos agroalimentarios”.
El gobierno valenciano apuesta por esta normativa “para consolidar el turismo rural y la restauración de productos agrarios. Incentivar una economía más familiar con la creación de microempresas asociadas al ámbito rural, la creación de empleo local y a la fijación de la población en zonas que sufren despoblamiento”.
Demanda Social

Los responsables de agricultura han explicado que “la actual demanda por parte de la sociedad para el consumo de alimentos de temporada y de proximidad, así como el interés creciente por conocer el origen, los sistemas de producción y la sostenibilidad de los alimentos, hacía necesaria la regulación de estas prácticas”. También responde a la petición por parte del sector agroalimentario de afianzar canales de comercialización corta y acceder a una venta más directa. En la normativa quedan excluidos alimentos como la leche cruda, los moluscos bivalvos, la carne (excepto el pollo y el conejo, que pueden venderse directamente en la explotación en cantidades limitadas), productos de pesca y brotes y semillas germinadas.
El decreto también regula las condiciones y requisitos que deben cumplir los cazadores que quieran suministrar pequeñas cantidades de caza silvestre, a los que se les exige que los animales procedan exclusivamente de cotos de caza autorizados de la Comunitat Valenciana y en unas cantidades máximas. Además, el consumidor podrá saber que se trata de un producto local, ya que la normativa contempla la obligación de etiquetar los alimentos con la leyenda ‘Venta de proximidad de alimentos locales’.