
El pasado 17 de diciembre se celebró en Moncada la I Jornada de Portes Obertes Jaciment Iber del Tòs Pelat, una inicitiva desarrollada con la intención de poner en valor el patrimonio arqueológico, histórico y cultural de la ciudad. El proyecto se ha desarrollado junto al Servei d’Investigació Prehistòrica de la Diputació de València (SIP).
Así, el sábado por la mañana se organizó una ruta de «tapas de los íberos» por los bares de la ciudad. Por la tarde, de la mano del arqueólogo municipal, Josep Maria Burriel, tuvo lugar la conferencia «Les intervencions arqueològiques al jaciment ibèric del Tòs Pelat, 2002-2014. En homenatge a José Vicente Castellano». En ella, Burriel repasó el origen y desarrollo histórico del poblado, así como también detalló las diferentes interveciones que se han realizado en él con el objetivo de ponerlo en valor. La jornada se cerró con una cena y un concierto a cargo de Ovidi Twist. Para el domingo estaba programado un paseo hacia el yacimiento y una visita guiada, actividad que fue suspendida a causa de la lluvia y que se realizará próximamente.
La Jornada se enmarca dentro de la Ruta dels Ibers, un recorrido impulsado por la Diputació de València por los diferentes poblados que atraviesan nuestra Comunidad y que forman parte de él: Aiora, Campo Robles, Caudete de la Fuente, Llíria, Moixent, Olocau, Villar del Arzobispo y Moncada.
El yacimiento
El Yacimiento Íbero del Tòs Pelat está considerado Bien de Interés Cultural por la Conselleria de Cultura, Educació i Esports. Por sus características de fortificación, cronología, entorno y dimensiones, se podría considerar como ciudad, siendo único en la provincia de Valencia. El poblado está delimitado por un sistema defensivo constituido por una muralla con torres adosadas a puntos determinados, de los cuales solo se conserva el tramo noroeste, un lienzo de la muralla de más de 120 metros de longitud, prácticamente rectilíneo de los cuales solo se han excavado 132 metros aproximadamente, donde aparece también una de las torres. Los trabajos realizados en las últimas excavaciones han permitido documentar dos habitajes complejos, los cuales superan los 100 metros cuadrados. Las dos casas se organizan con diversos departamentos. Entre los hallazgos en este poblado, hay uno de los escasos signarios ibéricos conocidos: el signari del Tòs Pelat, que es un realidad un conjunto de fragmentos de escritura ibérica distribuidos en dos láminas de plomo de forma característica.