

Mª José Navarro, María Navalón (14 años) y Patricia Navalón (13 años), son madre e hijas respectivamente. Y las tres comparten una afición común: el fútbol. Mª José y María juegan en el equipo Amateur, y Patricia en el Alevín, todas ellas en el Moncada C.F. “Es una experiencia que nunca me hubiera imaginado, y creo que a ellas les pasa lo mismo”, comenta Mª José, quien asegura que “lo mejor de esto es que pasamos un buen rato juntas haciendo lo que nos gusta, y nos olvidamos completamente de la relación que tenemos, porque en el campo somos unas jugadoras más”.
La madre explica que apuntó a sus hijas a fútbol porque “siempre estaban jugando al fútbol con los vecinos y llevaban la pelota detrás allá donde iban”. De eso hace ya siete años. Ella, por su parte, siempre había sido aficionada al fútbol, pero cuando era pequeña no estaba bien visto eso de que una chica practicara este deporte, porque lo que practicó otros. Pero hace tres años se decidió a dar el paso. “Cuando llegué sentía un poco de miedo, aparte de vergüenza, porque no sabía cómo iba a ser la reacción del equipo al tener tanta diferencia de edad con ellas. Hoy en día estoy muy agradecida de cómo me han tratado desde el primer momento, y también doy las gracias al entrenador por haber tenido y tener tanta paciencia conmigo”, explica Mª José. “Ya llevó tres temporadas y, si me dejan y el cuerpo aguanta, iré a por otra”, asegura.
“A las mujeres que os gusta el fútbol y creéis que lo podéis practicar os diría que no pongáis excusas de edad y que no os importe lo que puedan pensar ni decir, porque si quieres puedes”, afirma Mª José. “Y a las madres que tenéis hijas a las que les guste el fútbol, os animo a que las apuntéis. Yo me alegro muchísimo de haberlo hecho”, asegura convenida.