
Fotografía: Alfredo J. Llorens
¿Cómo surgió la idea de escribir un libro autobiográfico?
Pues a los chicos que me llevan todo el tema de comunicación, que son precisamente David Blay y Mario Rebollo, les interesó mi historia y vieron que era muy factible plasmarla en un libro. Así que nos lanzamos a ello. Yo también tenía ganas de dar a conocer este proceso de cambio que han sido los últimos años de mi vida.
¿Cómo ha sido el proceso de creación de la obra?
Han sido muchas horas de conversaciones y encuentros con los dos escritores. Venían a mi casa o bien quedábamos en un sitio tranquilo para charlar. Fue un poco duro, porque por un lado yo estaba entrenándome a tope para el Mundial, que era una cita importantísima para mí. Y, por otro lado, tuve que rememorar episodios no muy agradables de mi vida. Pero bueno, al final ha quedado muy chulo y estoy muy satisfecho.
¿Cómo ha sido el trabajo junto a David Blay y Mario Rebollo?
Ha sido muy bueno, porque ellos ya me conocen mucho. Son mis jefes de comunicación, de Pasarela Comunicación. Me lo han puesto muy fácil y ha sido un trabajo cómodo.
«El libro narra cómo llego a ser la persona que soy ahora: luchador y seguro de mí mismo»
¿Qué vamos a encontrar en este libro?
La historia de los últimos 15 años de mi vida, desde el momento en que pierdo la vista. Y la narración de todo ese camino que me lleva a encontrar el amor, a crecer como deportista y a vivir junto a Ximena (su perra guía). Pero sobre todo es una historia de superación, de emociones, de juegos paralímpicos, de mi trabajo en la ONCE y su gran labor social, de los momentos no tan buenos…El libro narra cómo llego a ser la persona que soy ahora: luchador y seguro de mí mismo. Y también refleja el contraste del David anterior a perder la visión, que era más inseguro y también más salvaje.
¿Cuál es el mensaje final que transmite el libro?
Que a pesar de las circunstancias, siempre hay una puerta de salida. Tenemos un mundo por construir y solo depende de nosotros, de cómo queramos vivirlo. Muchas veces no nos conformamos con lo que tenemos, también a mí me pasa. Pero lo que tenemos que hacer es entrenarnos para la vida. De ahí el título del libro: “Todos los días sale el sol. Y si no sale, ya me encargo yo de sacarlo”.
Hablemos ahora sobre el Proyecto Di-Capacidad en el que participas junto a otros deportistas paralímpicos: Ricardo Ten (natación), Óscar Ponce (tenis de mesa) y Mónica Merenciano (judo). ¿En qué consiste?
Se trata de una serie de conferencias de motivación personal que realizamos a través de la Fundación del Levante U.D. dirigidas a los colegios y clubs deportivos de la provincia. Vamos ya por la segunda edición y estamos encantados. Intentamos transmitir a los jóvenes valores de superación, esfuerzo y también emociones, con tal de que se valoren como personas y sepan afrontar nuevos retos, todo ello bajo la filosofía del “siempre se puede”.

¿Qué deben hacer los colegios para recibir vuestra visita?
Se pueden poner en contacto con la Fundación del Levante U.D., que estará encantada de gestionar la visita. También pueden contactar directamente con Ricardo, Óscar, Mónica o conmigo. A mí me encantaría traer el proyecto a los colegios de Moncada. Ojalá se pueda conseguir.
Cambiando un poco de tema, háblanos sobre tus próximos retos deportivos.
Mi próxima cita es el Europeo de Gales, en agosto de este año. Es una cita importante para la que estoy entrenándome duro y en la cual tengo muchas ganas de participar y conseguir lo máximo posible.
¿A qué retos te enfrentas actualmente como deportista de élite?
Mi mayor reto ahora mismo es la búsqueda de patrocinadores. No hay que olvidar que el Plan de Apoyo al Deporte Objetivo Paralímpico (ADOP) ha bajado su presupuesto en un 20%, lo cual supone una dificultad para los deportistas paralímpicos. A pesar de que 2013 ha sido un año mágico para mí por muchos motivos (he ganado el Mundial, ha nacido mi hija Cayetana, he ganado la Medalla al Mérito Deportivo…), también es verdad que cada vez todo es más difícil, sobre todo el tema de los patrocinadores. Y eso que existe una deducción fiscal del 40% para las empresas que patrocinan a un deportista paralímpico. Pero aún así es complicado.
Ya que has comentado tu Medalla al Mérito Deportivo, cuéntanos qué significó para ti este reconocimiento.
Pues todo un orgullo y un honor, porque es una de las grandes distinciones que puede obtener un deportista. Me lo entregó la Infanta Elena, y la recogí junto a la gimnasta de Moncada Sara Moreno, lo cual me alegró mucho. Suma puntos a mi currículum deportivo y eso me enorgullece.
Aún es pronto para hablar sobre ello pero ¿qué pasará tras los Juegos Olímpicos de Río 2016?
Creo que me retiraré. Ya tengo 42 años y el nivel de desgaste es importante y cada vez se nota más. Pondré un punto y seguido y me dedicaré a otras cosas. Ojalá sea unido al deporte, pero desde el otro lado. Me encantaría trabajar en proyectos deportivos. Estoy abierto a todo y con muchas ganas de hacer cosas. Pero de momento voy a disfrutar el camino teniendo como principal inspiración a mi mujer y a mi hija Cayetana.
Y todo ello siempre junto a Ximena, tu amiga inseparable…
Sí, ella sigue acompañándome siempre. Aunque también llegará un momento en el que habrá que jubilarla, aunque de momento trabaja muy bien. Lo único es que tengo que salir un poquito antes de casa porque le cuesta más…Yo cuando tengo voy por la calle y siento miedo me cojo a ella y enseguida se me pasa. Es mi “esperanza negra”.